16.1.16

Regalos de Navidad | Irene


  

Ha pasado ya algo más de una semana desde que se acabaron para nosotras las vaciones de Navidad, la cuesta de enero siempre se hace un poco larga, pero, la verdad, no nos queda tiempo ni para quejarnos porque como bien sabréis enero es un mes temido para los estudiantes. El "ya si eso mañana me pongo" es archiconocido entre los universitarios en las fechas navideñas porque, en esos días, surgen planes tan suculentos como para resistirse y decir "no". Así, entre plan y plan, y entre plato y plato, va pasando la Navidad, cuando nos queremos dar cuenta los días se han pasado volando y ya estamos a seis de enero. Para nuestra desgracia, los planes de todos aquellos trabajos que íbamos a hacer y todos aquellos apuntes que íbamos a estudiar se han cumplido a la mitad. Esto es lo que me ha ocurrido a mí este año y lo que, siendo sinceros, me lleva ocurriendo desde primero de carrera.
Como ya he dicho los exámenes quedan en un segundo plano y por mucho que estemos en la universidad lo más importante de la Navidad sigue siendo reunirse en familia, comer y celebrar. En definitiva: disfrutar. 

Disfrutar como lo hacíamos la noche de Reyes cuando eramos pequeños. A mi casa nunca ha venido Papá Noel, debe de ser que como no tenemos chimenea no le debía gustar eso de tener que entrar por la ventana. Eso sí, los que nunca han fallado, y siguen sin hacerlo, son los Reyes Magos. La verdad es que yo no he perdido la ilusión por este día y, aunque ya no tengo alucionaciones viendo a Melchor observándome desde la puerta de mi habitación, me sigo despertando temprano para abrir los regalos cuanto antes y así saber qué me han traído mis Reyes particulares.

Como el título dice, esta entrada va de los regalos de Navidad, regalos que ahora a mis padres les cuesta más pensar porque cada vez me vuelvo más complicada, pero para facilitarles el camino yo siempre les guío y así saben por donde tirar. Esto es lo que pasó con las Adidas Stan Smith, me las regalaron en rosa y yo la verdad la única condición que puse es que a poder ser no fueran las verdes. Mis deseos se cumplieron y me llegaron estas preciosidades que son muy cómodas y calentitas, perfectas para este tiempo invernal como estos nuevos calcetines que Melchor también decidió traerme. El regalo que más ilusión me hizo fueron los pendientes de aro porque quería unos así desde verano y mi madre se aprovechó de mi ingenuidad, y de que había perdido otros que tenía, para sorprenderme. El libro titulado "Las putas recetas de la yaya" me hizo muchísima gracia ya que en su interior están todas las recetas escritas con los mismos tipos de coloquialismos así que ya podéis imaginar cuáles son las palabras que abundan. Este regalo tiene un porqué, en menos de un mes me voy de Erasmus a Lisboa. Comienza mi vida en otra ciudad y mis dotes culinarias no son nefastas, pero no son nada extraordinarias así que mis Reyes han decidido de que ya va siendo hora de que me ponga manos a la obra.

Espero que os hayan gustado mis regalos y sobre todo espero que este mes no se os haga cuesta arriba que aunque parezca un suplicio enero pasa rápido y febrero llega, seguro, con muchas alegrías. En la próxima entrada podréis ver los regalos de Andrea, ¡mil gracias por leernos!






Zapatillas: Adidas Stan Smith
Pendientes: Tienda Local 
Libro: Las putas recetas de la yaya
Calcetines: Oriflame
Cinta del pelo: H&M

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